jueves, 23 de mayo de 2019

"Los terribles dos" ¿Mito o realidad?

He perdido la cuenta de las veces que he tenido una duda sobre algo que ha ocurrido o me ha preocupado de BabyE y, al consultar, me han respondido: "¡Uy, eso es la fase de...!" 

Pero, vamos a ver, ¿cuantas fases hay?. Porque juro que he perdido la cuenta y hemos pasado religiosamente por todas, y sin pasar por la casilla de salida, ni pagar peajes.

Lo cierto es que tengo mucha suerte, he de reconocerlo, es una niña muy cariñosa, tranquila, con un sentido del humor clavadito al de su madre (me meo de risa con ella), es tierna, dulce, terremoto, curiosa, espontánea, tiene una imaginación desbordante, aprende rápido, le encanta cantar, bailar, "leer", jugar con todo lo que encuentra... Vamos, que es tal cual como debe ser un niño, no os estoy descubriendo nada. Quiero decir con esto, que nunca he tenido ninguna preocupación de cara a su conducta.

El año pasado comencé a llevarla a la guardería, con 12 meses, este ha sido su segundo año. Siempre me dicen que es muy tranquila, que no tienen ningún tipo de problema con ella. Es más, como es de las "pequeñitas", la pobre suele ser la que se lleva los empujones de los brutotes de la clase (estoy frunciendo el ceño mientras escribo...) Juega mucho y adora a sus amiguitos, habla de ellos con mucho cariño.

¿Por qué cuento todo esto? Allá vamos.

Hemos entrado en una nueva "fase", pero en casa. Sólo en casa. Si algo no le gusta: rabieta. Si se le niega algo: rabieta. Si no hago lo que quiere: rabieta. Si no lleva el mando: rabieta... Y así. Para ser sincera he de decir que esto no es una regla general, son pequeños momentos puntuales (¡y menos mal!), pero ya te hace ir con miedo hasta a algo tan sencillo como bajar a la calle a pasear.

Luego está el tema de los manotazos. ¿No sabes gestionar algo? Pues manotazo. O un bocado. O un grito. Y lo mismo que con las rabietas, no es a todas horas, pero cuando lo hace... ¡bufff! Yo no soy creyente, pero os confieso que si existiera un santo llamado Santa Paciencia, compraría todas sus estampitas. Hasta chapas.Y una camiseta. Y es que no hay otra fórmula, respirar hondo, hablar con calma, no perder los nervios... ¿Pues sabéis qué?, que las madres también somos humanas, y la teoría es preciosa, pero sí, a veces no podemos más y perdemos los nervios. ¿A quien no se le ha escapado un grito a su hijo alguna vez?, porque esa es otra, la de madres de postureo que aparecen cuando haces consultas de este tipo. Por un espejo me gustaría mirarlas a mi... No, por lo general actúo de manera tranquila, pero reconozco que la suma de cansancio, sueño y todo lo anterior, a veces me han hecho gritar su nombre para que estuviera quieta. ¿Resultado? Pues que me he sentido fatal y he terminado abrazándola. Ella contenta y yo fatal. Es decir, disciplina cero. BabyE 1 - Mamá 0
 ¡Cuanto me queda por aprender!

 *No, no voy a entrar en el tema de "cachetes en el culete". Ese tema ya lo comenté en Instagram hace tiempo y no lo voy a volver a abordar. Lo resumo rápido: Estoy totalmente en contra de utilizar el daño físico. La violencia engendra violencia. Esa no es la manera correcta de educar.

Algo bueno que me encanta de ella es que, al momento de pegar, o morder, es consciente de lo que ha hecho. Y enseguida da un beso y pide perdón. Obviamente lo que debe hacer es dejar de hacerlo, y es lo que intento explicarle, que no se pega, no se muerde, que hay que hacer caso... ¡Qué difícil es! ¿Hay cursos para esto?

En fin, que estoy deseando que acabe esta "fase" y, ya puestos, todas las fases en general. Cuando se pone así, es que me pierdo. Es tan chiquitina que a veces la miro y pienso que el libro de instrucciones me lo debí dejar en algún parque. De todas maneras, de verdad pienso que he tenido mucha suerte, sobretodo en que haya salido tan cariñosa como yo, porque si no, a saber a quien estaría yo comiéndome y abrazando a todas horas...

¿"Los terribles dos" lo llaman? ¿Qué opináis?



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