Es la eterna pregunta y el eterno agobio (de pregunta). Voy a centrarme única y exclusivamente en mi caso y en mi experiencia, todo comentario y/o aportación en los comentarios serán bienvenidos pero recordad eso, que esto es MI experiencia. Allá vamos.
Como ya comenté, mis inicios con la Lactancia Materna (LM) fueron complicados y bastante duros. BabyE no se enganchó a mi pecho hasta el quinto día y, hasta entonces, todo fue una pesadilla. lloré lo que no está escrito. Había idealizado mucho la LM, me visualizaba con mi niña al pecho, feliz, relajada... ¡JA! Me las tuve que ingeniar, ya que a los dos días de dar a luz, la subida de leche fue bestial, pechos duros, como piedras, la niña había perdido mucho peso... La pediatra, al darme el alta, rápidamente me dijo que tenía que seguir poniéndomela al pecho, insistiendo, pero que tenía que ayudar con bibi... Lloré a chorro. Pero no por tener que darle biberón, sino porque sentía que estaba fallando, notaba toda esa leche dentro de mi y veía que no podía, que impotencia, que sensación más horrible de fracaso sentía... Quería poder darle pecho más que nada en el mundo en esos momentos. En fin, el sacaleches me ayudó a que ni una sola gota de mi leche se desaprovechara (ni siquiera el calostro) y todo, todo, se lo di como pude a mi pequeña, hasta que un día, después de lloros, dolor (físico y emocional) y mucha desesperación (las hormonas tampoco ayudaron mucho) de repente comenzó a mamar.
Hasta hoy. 32 meses después.
Y es que seguimos teta arriba y teta abajo.
Es increíble, tal y como comenzó todo, lo bien que ha ido después. Jamás una mastitis, nunca nada malo. Pasó una pequeña crisis cuando tenía 7 meses, pero creo que tuvo que ver con los dientes (le salieron la misma semana los 4 de arriba), en la que estuvo unos 3-4 días que apenas mamaba, pero quitando eso, perfecto todo.
Hoy por hoy, como he comentado, seguimos con la LM. Sobretodo para dormir la siesta y siempre, siempre por la noche. Alguna vez si está malita o más sensible de lo normal, también me pide, pero cada vez menos, pero vamos, que ahí seguimos. Y sí, estoy en ese punto en el cual casi todo el mundo me suelta sin ningún tipo de filtro lo de:
- "¿Pero todavía le das pecho?" (con mirada inquisidora incluida)
- Mmm, sí, ¿y?
- "¿Hasta cuando?"
- ¿Hasta que nos de la gana a mi hija y a mi, ¿por?
- "¡Uy, yo ni loca!"
- Jo, pues que bien, ¿no?. Y aplaudo.
- Pero necesitas descansar, a buenas horas iba a yo a seguir... ¡Luego te quejas de que duermes poco!
- Tomaré nota: "Mirar antes por mi que por mis hijos" Ahá... Pfff....
- Ay no, no, no, no, no... ¡eso no lo puedes ni debes consentir!
- ¿Y a quien debo consentir, a ti y a tus "metomentodos"?, ¿a tus órdenes?, ¿a tu falta de tacto?
- ¡Terminarán haciéndose los amos!
- .Mira... yo, ya. ¡Cuidado que nos invaden!
Y llegados a este punto, suspiro muy fuerte y, dependiendo de como tenga el día, mi cara se transforma y, o bien me doy media vuelta con una excusa absurda, o se la suelto con la cara más falsa que puede un ser humano aguantar y unos dientes-dientes que ni la Panto.
Si una cosa me ha enseñado bien clarita la maternidad, es a no meterme en la vida de los demás, a no cuestionarla. Claro que unas cosas me pueden alucinar y chirriar más que otras, pero cada caso, cada experiencia, es única y personal. Lo que a ti te funciona de maravilla, para otra persona puede ocurrir que sea el peor remedio y le funcione totalmente lo contrario. Así con todo. Si algo no se conoce, callémonos la boca, ¿no? Como norma general de vida creo que debería ser así.
Pues sí, mi hija tiene 32 meses y duerme en mi cama, a mi lado desde la misma noche que nació. Jamás ha usado una cuna, mini cuna ni similares. Sigue durmiendo la siesta y por las noches con la teti de su mamá y si durante el día la necesita por algún motivo, aunque cada vez es menos, tampoco se la niego, sobretodo cuando está malita o más sensible de lo habitual. La teta, sobretodo, es mamá.
Mantengo todo esto porque no me imagino haciéndolo de otra manera. Claro que estoy cansada, duermo poco, tengo la espalda hecha una S, hace dos años y medio que no duermo una noche del tirón y soy un osito panda, pero como he dicho, cada familia hace lo que le funciona y hace feliz y, para nosotras, esta es nuestra fórmula. ¿Hasta cuando? Es sencillo, somos un pack de dos, y será cosa de dos. Aquí no hay fecha de caducidad.
Este es uno de los eternos temas. Sería maravilloso que siempre pudiéramos contar nuestras experiencias, porque seguro que siempre vamos a encontrar a alguien con una historia similar a la nuestra. Ninguna familia, situación, caso, experiencia es igual a otra. Me encantaría leer que os ha funcionado a vosotras, seguro que ayudamos a muchas mamás.
- Pero necesitas descansar, a buenas horas iba a yo a seguir... ¡Luego te quejas de que duermes poco!
- Tomaré nota: "Mirar antes por mi que por mis hijos" Ahá... Pfff....
- Ay no, no, no, no, no... ¡eso no lo puedes ni debes consentir!
- ¿Y a quien debo consentir, a ti y a tus "metomentodos"?, ¿a tus órdenes?, ¿a tu falta de tacto?
- ¡Terminarán haciéndose los amos!
- .Mira... yo, ya. ¡Cuidado que nos invaden!
Y llegados a este punto, suspiro muy fuerte y, dependiendo de como tenga el día, mi cara se transforma y, o bien me doy media vuelta con una excusa absurda, o se la suelto con la cara más falsa que puede un ser humano aguantar y unos dientes-dientes que ni la Panto.
Si una cosa me ha enseñado bien clarita la maternidad, es a no meterme en la vida de los demás, a no cuestionarla. Claro que unas cosas me pueden alucinar y chirriar más que otras, pero cada caso, cada experiencia, es única y personal. Lo que a ti te funciona de maravilla, para otra persona puede ocurrir que sea el peor remedio y le funcione totalmente lo contrario. Así con todo. Si algo no se conoce, callémonos la boca, ¿no? Como norma general de vida creo que debería ser así.
Pues sí, mi hija tiene 32 meses y duerme en mi cama, a mi lado desde la misma noche que nació. Jamás ha usado una cuna, mini cuna ni similares. Sigue durmiendo la siesta y por las noches con la teti de su mamá y si durante el día la necesita por algún motivo, aunque cada vez es menos, tampoco se la niego, sobretodo cuando está malita o más sensible de lo habitual. La teta, sobretodo, es mamá.
Mantengo todo esto porque no me imagino haciéndolo de otra manera. Claro que estoy cansada, duermo poco, tengo la espalda hecha una S, hace dos años y medio que no duermo una noche del tirón y soy un osito panda, pero como he dicho, cada familia hace lo que le funciona y hace feliz y, para nosotras, esta es nuestra fórmula. ¿Hasta cuando? Es sencillo, somos un pack de dos, y será cosa de dos. Aquí no hay fecha de caducidad.
Este es uno de los eternos temas. Sería maravilloso que siempre pudiéramos contar nuestras experiencias, porque seguro que siempre vamos a encontrar a alguien con una historia similar a la nuestra. Ninguna familia, situación, caso, experiencia es igual a otra. Me encantaría leer que os ha funcionado a vosotras, seguro que ayudamos a muchas mamás.
Ay cariño, este es un post que perfectamente podría haber escrito yo, palabra por palabra. Es más, cuando haga mi post sobre mi experiencia con la LM va a ser muy similar. Y que alegria que así sea. Mi inicio fue bastante parecido al tuyo pero salvo eso una LM perfecta. Y a sus 37 meses tb seguimos. Hasta que él y solo él lo decida. ¡Que nos dejen vivir nuestra maternidad en paz!
ResponderEliminarBufff! Es increíble que todavía tengamos que ir dando explicaciones sobre la manera de vivir nuestra maternidad, es que no me entra en la cabeza...
Eliminar¡Estoy deseando leerte! ¡Un beso grande! 😘
La tetainomanía se les pasa pronto, así que mientras dure, tapones en lo oídos para las opinólogas y a disfrutar ;)
ResponderEliminarEl canarias somos un poco jipis y la verdad es que no se oyen demasiadas tonterías tetiles, lo que es de agradecer cuando entre una y otra llevo casi 6 años con la teta fuera 😂
Que maravilla... Esa sería la manera ideal de actuar, un ¡vive y deja vivir!
Eliminar¡Un besazo!